El Dios a quien yo sirvo fue el título del himno tema que fue cantado con mucho entusiasmo por más de 2,500 personas cada noche durante la gran celebración evangelistica, “Esperanza para mi Ciudad”. Estas reuniones se llevaron a cabo en Santiago de Cuba el pasado mes de diciembre. Con lágrimas en los ojos uno de los pastores que participaron en las reuniones me decía: “Este es un sueño hecho realidad. Por muchos años hemos estado orando para que Dios haga algo grande en esta ciudad. Lo que ha ocurrido esta semana es algo maravilloso. Estas reuniones han hecho un tremendo impacto, no solo en la hermandad adventista, sino también en la comunidad.”
Este pastor comento que Dios le había impresionado a él y a otros para que juntos pensando en grande se hiciera un impacto en cuanto al desarrollo de la obra de Dios en Cuba. Continuo diciendo, “El mensaje de los tres ángeles de Apocalipsis 14 debe llegar a todo rincón de la isla. Debemos aprovechar esta oportunidad que Dios nos ofrece.” ¿Pero qué fue lo que ocurrió en Cuba que hizo que este pastor estuviese tan emocionado?
Lo que ocurrió fue nada más y nada menos que un milagro del Dios a quien yo sirvo. Por primera vez en la historia de la Iglesia Adventista en Santiago de Cuba desde que entro el comunismo, se reunieron cerca de 3,000 personas en un solo lugar para adorar a Dios. Esta fue la primera vez que una iglesia cristiana pudo hacer uso de las instalaciones del Teatro Heredia y utilizarlo por esta ocasión para asuntos religiosos. Debemos aclarar que el Teatro Heredia es parte del centro de convenciones del partido comunista. Y es la sede de convenciones del partido. O sea, que el evangelio de Cristo fue predicado desde el mismo pulpito de donde se promueve el ateísmo. Esto de por si es un milagro.
Fue toda una bendición presenciar cada noche a más de 150 personas que pasaban al llamado para entregar su vida a Jesús y ser bautizadas. Además, cerca de 2,600 personas quedaron interesadas en seguir estudiando la Biblia. Personas que nunca habían tenido la oportunidad de poner un pie en una iglesia adventista asistieron al Teatro Heredia, incluyendo líderes prominentes del partido comunista.
Uno de ellos, el ministro de religión del partido comunista en Santiago, Robert Noa, quien planeaba venir al evento solo a saludar a los presentes por unos cuantos minutos al llegar decidió quedarse hasta el final de la reunión y participar del programa. Cancelo todos sus compromisos y estuvo presente en todas las reuniones incluyendo el bautismo del sábado. Más aun, el último día de las reuniones evangelisticas el licenciado Noa presencio el bautismo de más de 350 almas para Cristo. Dicho bautismo se celebró en un hotel del gobierno el sábado de mañana en espacio de tiempo de una hora y quince minutos, donde aproximadamente 25 pastores simultáneamente bautizaban.
No cabe duda de que Dios está obrando maravillosamente en Cuba. A pesar de que casi toda una generación del pueblo cubano ha crecido en un sistema de gobierno ateo y secular, hay un gran deseo de conocer a Dios. La gente en Cuba tiene hambre de la Palabra de Dios. Debemos orar para que la iglesia continúe aprovechando las oportunidades que Dios nos ofrece para predicar el evangelio en Cuba.
Cada noche respondían entre 100–150 personas al llamado que hacia el Pastor Canals.
El sábado 13 de Diciembre paso a la historia donde más de 350 personas fueron bautizadas para gloria de Dios.
